Pura Vida
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  “Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada, siete
veces purificada en el crisol.” (Salmos 12:6.)

     “Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en
él buscan refugio.” (Proverbios 30:5.)

     “Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios”  (Mateo
5:8.)

     “A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los
motivos.”  [“Todos los caminos del hombre son limpios a sus ojos.”]
(Proverbios 16:2.)  

     “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién
puede comprenderlo?” (Jeremias 17:9.)

     “Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.”
(Romanos 3:23.)

     “La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para
oír. Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios.”
(Isaias 59:1-2)

     “La paga del pecado es muerte.” (Romanos 6:23.)

     “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando
todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8.)

     “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para
que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.  Dios
no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo
por medio de él.”  (John 3:16-17.)

     “La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.”
(Romans 6:23.)  Jesus dice, “Vengan a mí todos ustedes que están
cansados y agobiados, y yo les daré descanso.  Carguen con mi yugo y
aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y
encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga
es liviana.”  (Mateo 11:28-30.)

      Jesus digo, “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en
abundancia.” (Juan 10:10.)  Tambien Jesus digo, “Yo soy el camino, la
verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí.”
(John 14:6.)

     La Biblia se dice, “Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la
puerta, y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos
entran por ella.” (Mateo 7:13.)

     Cristo Jesus digo, “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’ entrará
en el reino de los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e
hicimos muchos milagros?’ Entonces les diré claramente: ‘Jamás los
conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!’” (Mateo 7:21-23.)

      “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.”
(Romanos 8:9.)

      “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo
viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5:17.)

     Jesus dice, “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz
y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:
20.)   “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
el derecho de ser hijos de Dios.”" (Juan 1:12.)
“Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y
vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del
Seño.” (Hechos 3:19-20.)  “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que
es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan
1:9)

     “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.” Hechos 16:31
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.” Romanos 10:9-10

     
Señor Jesús, sé que soy un pecador, y lo siento por mi pecado. Me
arrepiento y me vuelvo a ti por fe en este momento. Te agradezco por
morir en la cruz por mí y por pagar el precio de todos mis pecados.
Te pido que entres en mi vida ahora mismo y que seas mi Salvador,
mi Señor y mi Amigo. Lléname de tu Santo Espíritu. Ayúdame a ser
tu discípulo desde este momento en adelante. Gracias, Señor. En el
nombre de Jesús oro. Amén.

     “Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del
oriente está el occidente.” (Salmos 103:12).

      “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y
ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios,
que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7.)